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Cuando cuidarse también cansa: el lado invisible del autocuidado

Jul 24, 2025 | Bienestar | 1 Comentario

woman performing yoga

Durante los últimos años, el autocuidado se ha convertido en una palabra popular en redes, libros de bienestar y hasta en campañas de salud mental. Frases como «haz lo que te hace bien», «cuídate primero», o «tómate un descanso» han comenzado a formar parte de nuestro lenguaje cotidiano. Y aunque estas ideas nacen de una necesidad real y legítima, muchas veces olvidamos que cuidarse también puede cansar.

El autocuidado como lista de tareas

Lo que empezó como una forma de escucharnos y reconectar con nosotras mismas, puede transformarse  (sin darnos cuenta) en una nueva exigencia.
“¿Hoy ya hice journaling?”
“¿Tomé suficiente agua?”
“¿Estoy meditando lo suficiente?”
“¿Hice algo productivo en mi día libre?”

Así, lo que debería nutrirnos comienza a parecerse a una lista interminable de «cosas por hacer para estar bien», y si no las cumplimos, aparece la culpa. Cuidarse deja de ser un gesto amoroso y se convierte en una tarea más que sumar al cansancio.

¿Y si el autocuidado no siempre se ve bonito?

A veces, autocuidarse no tiene forma de yoga con velas o de un baño relajante.
A veces es:

  • Apagar el celular para no contestar mensajes que nos desbordan.
  • Comer algo sencillo sin culpas, porque no tuvimos energía para cocinar.
  • Cancelar una cita social porque nuestro cuerpo pide descanso.
  • Decir “no puedo” sin justificarlo.
  • Sentir tristeza sin tener que “arreglarla” de inmediato.

Autocuidarse no siempre luce bien hacia afuera. Y está bien así. Porque cuidarse de verdad es un acto íntimo, no una imagen que se comparte.

El riesgo de transformar el bienestar en obligación

Cuando estamos atravesando ansiedad, duelos, maternidades exigentes, relaciones que nos duelen o simplemente épocas de mucha presión interna o externa, no siempre vamos a “estar bien”.
Y en esos momentos, el discurso de “haz lo que te hace bien” puede sonar como una nueva forma de invalidación.

  • Cuidarse no siempre es hacer más. A veces es hacer menos.
  • Cuidarse no siempre es tener respuestas. A veces es sostener preguntas.

Preguntas para reconectar con tu autocuidado genuino

Te dejo algunas preguntas para ayudarte a volver a un autocuidado más amoroso y menos exigente:

  • ¿Qué necesito hoy, de verdad?
  • ¿Estoy cuidándome desde el deseo o desde la obligación?
  • ¿Qué parte mía no ha sido escuchada esta semana?
  • ¿Qué me estoy exigiendo en nombre del autocuidado?
  • ¿Cómo puedo hacer espacio para mí sin tener que hacer tanto?

Cierre: Cuidarse también es dejarse ser

El verdadero autocuidado no siempre es visible. A veces es sutil, silencioso, imperfecto. Y está bien que así sea.
No necesitas ganarte tu derecho a descansar, ni justificar tus pausas.
Cuidarte es también sostenerte en lo que hay, con todo lo que eres. Incluso cuando no haces nada.

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1 Comentario

  1. Yesica Alejandra Rodriguez Gordillo

    total, cuidarse debe fluir naturalmente.

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